Lic. Alejandro Simonovich

MÚSICA EN EL JARDÍN

Guía para profesores de música de jardines de infantes

RESUMEN

PREFACIO

 Las diversas experiencias de los diferentes profesores de música de nivel inicial constituyen una importante fuente para el mutuo enriquecimiento del ejercicio profesional. Usualmente cada maestro de música tiene su idiosincrasia, su manera peculiar de trabajo, su selección de materiales musicales y en mayor o menor medida, fundamentos que avalan tal modalidad. Pero estas experiencias y modalidades no están suficientemente sistematizadas, en especial en lo concerniente a salas con niños de 2 y 3 años. Ordenar y exponer, a modo de intercambio con los colegas, es el nudo de este libro. Se trata de presentar un disparador que muestre algunos de esos materiales y tipos de actividades, ordenados de alguna manera para que los educadores musicales puedan reformar o reelaborar. En tiempos de postítulos, maestrías, doctorados y abultadas credenciales académicas, entiendo que lo más importante en el currículum personal de un educador musical son las clases que da a diario. Día tras día, año tras año, con reflexión y autoevaluación, se acumula una experiencia sumamente valiosa y práctica en beneficio de la formación musical de los alumnos. 

Lic. Alejandro Simonovich

Buenos Aires, Junio de 2009

PRÓLOGO

 Transcurridos varios días de la lectura del libro de Alejandro vuelvo a retomarlo, veo la notas que tomé y en la relectura del libro encuentro que la síntesis de su personalidad como docente de música, su forma de encarar la enseñanza con los niños, su modelo artístico, está en el Capítulo 5: Momentos de la clase: 1) cantar 2) escuchar 3) moverse 4) reír. Muestra como, en la cotidianeidad del trabajo con los niños, va desplegando el material que ha ido atesorando desde su experiencia como docente, músico, compositor. Es decir, se expone, muestra, ofrece con generosidad lo recopilado en su trayectoria. Pienso, como el autor, que lo más importante es el trabajo cotidiano, el investigar y crear desde el aula, que no hay que desvalorizar el propio hacer frente a tantos títulos y postítulos que la globalización nos vende, que estos no garantizan el éxito.

Prof. Nélida Hiroko Nakamura

Buenos Aires, Junio de 2009

CAPÍTULO 1

FUNDAMENTOS

 

En cualquier momento de la vida de un ser humano puede haber hechos que cambien su comportamiento, costumbres e ideas. Pero aunque etapas anteriores y posteriores resulten importantes, hay un momento relevante en la definición de la función de la música en la vida de una persona: el que corresponde al lapso que va desde los 2 hasta los 6 años de edad. En esta etapa ya hay respuestas menos exclusivamente biológicas a los hechos sonoros y musicales y comienza a haberlas del tipo cultural en su mayoría. La mente de los niños crece en facultades de una manera asombrosa, desde el reflejo hacia la operación lógica. La palabra se afianza y se pueden construir mensajes que permiten expresar con precisión cada vez mayor los pensamientos. Las habilidades motoras son más finas, se incrementa el control muscular. En ese momento es sumamente importante lo que ocurra en su vida musical, el cual coincide precisamente con aquel en el que transitan por el Jardín de Infantes.

La Educación Musical al Alcance de Todos

En el año 2001, en el marco del Seminario Latinoamericano de Educación Musical realizado en Buenos Aires y organizado por el FLADEM, presenté el libro “La Educación Musical al Alcance de Todos”, en el que expresé algunos principios a tener en cuenta para cualquier acción educativa musical. Tales principios, ampliamente comentados en aquel libro, tienen plena vigencia para el nivel inicial. Aquí los transcribo junto con algunos fragmentos de esa publicación en lo que atañe al tema de la presente guía. Pero además es necesario recalcar que esos principios están basados en el estudio y puesta en práctica del marco filosófico que me brindara el Dr. Swami Pranavananda Saraswati, médico, Maestro de Yoga y filósofo nacido en 1930, quien desde 1954 ha dedicado totalmente su vida al servicio de la humanidad, con una amplísima labor que incluyó la fundación de instituciones culturales y educativas en diversos países.

El FLADEM y la Educación Musical en Latinoamérica

El FLADEM es el Foro Latinoamericano de Educación Musical. En mi opinión todos los profesores de música de la región deberían estar asociados y participar de las actividades de esta institución latinoamericana autónoma, constituida por maestros y profesores de música de todos los niveles de la enseñanza, agrupados con el objetivo básico de elevar el nivel y consolidar la identidad continental de la profesión y de los educadores musicales de los diferentes países latinoamericanos. El FLADEM fue fundado en San José de Costa Rica en enero de 1995, a iniciativa de Violeta Hemsy de Gainza (Argentina), Carmen Méndez (Costa Rica) y Gloria Valencia (Colombia). Al FLADEM lo integran grupos nacionales, locales, regionales, etc. que buscan la implementación de propuestas y modelos propios de comunicación institucional y pedagógica.

CAPÍTULO 2

EDUCACIÓN MUSICAL EN EL JARDÍN DE INFANTES: OBJETIVOS

 Qué se hace en el jardín

Para la mayoría de la población actual, en el jardín de infantes ocurre la primera experiencia de enseñanza musical sistemática. Decimos enseñanza porque no en todos los casos se trata de educación. A la edad de tres años las personas han escuchado suficiente cantidad de música, en situaciones diversas asociadas con familia y allegados, como para tener una idea más o menos acabada de lo que es la música según su entorno. La educación musical que se tenga en ese momento depende del uso que se haga de la música en el hogar, de las actitudes de los adultos frente al hecho musical. Pero todavía hay mucho por trabajar, por construir

¿A qué tenemos que apuntar? ¿Qué es lo que tenemos que hacer? ¿Qué debemos lograr de nuestros alumnos?

Hay diferentes opiniones al respecto. Desde algunas posturas se convierte a la educación musical en un entrenamiento para el conocimiento de aspectos físicos del sonido, para la discriminación auditiva de los significantes o soportes materiales de la música, tales como melodía y ritmo o el reconocimiento de instrumentos musicales, todo lo cual permitiría hacer una diferenciación de géneros y estilos. Creo que esta visión es lejana al concepto mismo de música, la cual se vale de los sonidos, sí, pero que tiene una significación superadora de los elementos individuales que la constituyen. La música es mucho más que un conjunto de sonidos: contiene subjetividad, emoción, intelecto, conocimiento y simbolismo. También es lejana al concepto de educación musical y aún de enseñanza musical. La audición y la discriminación auditiva son parte de la formación musical, sin duda, pero también lo es la ejecución, la creación y la comprensión intrapersonal de la música. Es imprescindible la avidez de aprender música para poder aprenderla efectivamente. Interés y avidez aparecen si hay estímulo. El objetivo del aprendizaje musical, para una persona interesada, es poder ejecutarla y crearla. Aprender a escuchar más viene incluido en este paquete. Nuestro propósito debería ser, entonces, el de musicalizar tanto como fuera posible a nuestros alumnos, que establezcan una positiva e íntima relación con la música, para que pueda ésta cumplir su función humana contribuyendo al desarrollo integral de la personalidad.

Objetivos básicos

¿Qué vamos a enseñar? ¿Cuáles deben ser nuestras metas educativas musicales en el jardín de infantes? En mi opinión debemos apuntar a lo máximo que podamos. Necesitamos recordar que el jardín de infantes es una escuela colectiva y que los educandos son personas diferentes entre sí en cuanto a personalidad, a la cultura musical proveniente de su hogar y a su maduración, aunque tengan edades iguales. Esto implica que los resultados van a ser distintos en cada caso, sumando a estas diferencias las condiciones entre los establecimientos educativos. Los objetivos básicos que, a mi parecer, deberíamos perseguir, contemplados permanentemente en el trabajo diario y enmarcando a otros objetivos de corto plazo, son los que enumero y comento a continuación. Por supuesto que no considero ésta la única enumeración posible ni excluyo otros objetivos.

  1. Adquisición de un repertorio
  1. Habituarse a escuchar música con atención
  1. Cantar
  1. Ejecutar instrumentos
  1. Desarrollar habilidades de ejecución musical: corporales, manuales, digitales, vocales, de articulación verbal.
  1. Desarrollar la discriminación auditiva
  1. Desarrollar la creatividad
  1. Comprender que los textos puestos en música tienen significado
  1. Cultivar hábitos de trabajo
  1. Establecer una positiva relación afectiva con la música, adoptándola como parte de la propia interioridad.

CAPÍTULO 3

Material musical y tipos de actividades

 La elección del repertorio de canciones y obras

Seleccionar obras para trabajar en el aula es la acción planificadora más importante del profesor de música. ¿Cuáles elegir?¿cuáles excluir? Desde el punto de vista del texto existen criterios de ética que en algunos casos son claros y en otros pueden no resultarnos tanto. Siempre conviene analizar los textos y seguir nuestras convicciones al respecto. Respecto de la música, tanto de canciones como obras instrumentales, necesitamos utilizar nuestro criterio artístico. La música de difusión masiva debe ser tenidas en cuenta. No siempre es de nuestro agrado, pero es música que está allí. El repertorio que nosotros le brindamos debe ser tan significativo para los chicos que tenga igual o mayor peso en su patrimonio cultural que el de los medios de difusión masiva.

Criterios en el ordenamiento de los materiales

Parecería lógico sostener que debe partirse desde lo más sencillo hasta lo más difícil. Sin embargo para ello tenemos dos problemas: el primero es determinar qué es lo más fácil y qué lo más difícil. ¿Puede suponerse que es más difícil cantar una chacarera que una polca por su complejidad rítmica? Tal vez. Pero un niño criado en una casa en la que suenan chacareras constantemente no tendrá problemas en ejecutarla con precisión aún antes que una polca. Y cualquier niño aprenderá mucho antes una canción que le gusta que otra que no, aunque la primera sea considerada técnicamente más difícil. El otro problema es que los niños de un mismo grupo tienen diferentes grados de maduración, educación y experiencia musical, a lo que se suma eventualmente el ingreso de nuevos alumnos en cualquier momento del año. Esto se resuelve...

Tipos de actividades

Enumeramos y comentamos aquí diferentes tipos de actividades. Esta enumeración no es taxativa ni la única posible, pero es la que estimamos útil para nuestra tarea, para tenerla en cuenta a la hora de preparar las actividades. Son los tipos de actividades que hacemos en la clase de educación musical del jardín.

1.     Canto grupal

2.     Canto individual

3.     Audición [de grabaciones; ejecución por el profesor; otros]

4.     Movimiento

5.     Ejecución instrumental rítmica

6.     Juegos musicales

7.     Cuentos con música y sonidos

8.     Ejercicios de discriminación auditiva

9.     Improvisación

10. Exploración sonora

11. Observación del medioambiente sonoro

12. Asistencia a espectáculos musicales

Función del acompañamiento armónico instrumental

El acompañamiento con un instrumento armónico es casi imprescindible para la formación musical. Un buen acompañamiento, además de integrar una obra musical que de esta manera se ejecutará completa, es útil para asegurar la afinación de los niños que cantan. Para ello necesita dos condiciones: [...]

Cómo lograr que los niños aprendan una canción

Hay diferentes maneras de enseñar una canción. Suele hacerse mediante acciones directas: cantando fragmentos que los niños repetirán o bien cantando la canción completa muchas veces y que los niños vayan acoplándose en aquellas partes que van recordando. También los niños pueden aprenderla por escucharla de grabaciones. Cualquiera sea la manera elegida se necesita antes que nada una audición completa de la obra.[...] En general yo trabajo de diferentes formas para asegurar las canciones en la memoria de los chicos. A manera de ejemplo, aquí presento dos modelos de secuencias que suelo implementar para el aprendizaje de una canción.[...]

Modelos vocales y expresión

Cantar no es sólo cuestión de emitir una sucesión notas, cada una con una altura determinada. Un buen modelo vocal es importante para nuestros alumnos, por lo que necesitamos cantar lo mejor posible.

Juegocuentos y multimovimientos

Presento aquí un conjunto de experiencias en la creación y recreación de materiales y algunas técnicas para su implementación en el aula, con el aprovechamiento de la tecnología de edición de sonido y, además, tomando como fuente a los emergentes (entendiendo emergente como una situación, planteos, ideas y/o actitudes no esperadas por el docente que surgen en un grupo y que requieren una respuesta integradora sin la cual la actividad pierde interés y dinámica adecuada) dirigida al jardín de infantes, aunque tal vez podría aprovecharse para otros niveles. “Multimovimientos”: Se trata de una suerte de compaginación o de collage de diferentes obras que en principio pueden utilizarse para actividades que implican movimiento corporal, pero con un cierto sentido argumental difuso. Incluye algunos sonidos que sugieren alguna situación. “Juegocuentos sonoros”: Es una especie de cuento sonorizado con componentes de juego. Aquí hay una compaginación de sonidos que pueden remitir al entorno natural o social, o bien ser absolutamente abstractos y música, pero con un claro argumento (aunque dista de ser un cuento con introducción, nudo y desenlace) con la particular característica de la interacción y modificación del sentido, la interpretación y el argumento, tanto por parte del docente como de los niños. Diversas variantes se pueden concertar y regrabar a partir de sugerencias o ideas de los niños.

CAPÍTULO 4

HERRAMIENTAS PEDAGÓGICAS

Aquí mencionamos ciertas herramientas de las que podemos valernos para la educación musical en el jardín de infantes. Esta no es una clasificación con la intención de teorizar sobre la clasificación misma ni para revelar algún descubrimiento novedoso, sino que hacemos algunos comentarios como para tenerlas en cuenta a la hora de trabajar en el aula. No se trata de recursos meramente auxiliares sino de herramientas que permiten enseñar con eficacia. Algunas pueden parecer más cercanas a la música en sí y otras más laterales, pero son necesarias integrantes de la educación musical en el jardín de infantes.

CAPÍTULO 5

ORGANIZACIÓN DE LOS TIEMPOS Y LA TAREA

Antes que contenidos

El sistema escolar actual suele estar basado en un modelo didactista para el cual resulta importante el desglose de un “área de conocimiento” en diferentes contenidos que son expresados en documentos o listados de mayor o menor extensión y precisión, contenidos que deben ser enseñados y evaluados a través de actividades concordantes con aquéllos.

Paso 1: Búsqueda de materiales

La búsqueda de materiales es algo que deberíamos hacer de manera continua. Además de todo el universo musical grabado y la gran cantidad de libros con partituras editadas, existen conjuntos musicales dedicados exclusivamente al repertorio infantil con una frondosa producción.

Los materiales en educación musical son:

  1. Canciones
  2. Otras obras instrumentales o vocales
  3. Juegos musicales
  4. Cuentos musicales
  5. Audiovisuales musicales

CAPÍTULO 6

DENTRO DEL AULA

 Los chicos: pronóstico meteorológico

Distintos factores pueden conspirar contra la tranquilidad de la clase y la consiguiente merma de actividad musical. Necesitamos tenerlos en cuenta para evitarnos problemas y lograr éxito en nuestra tarea educativa. Estos factores hacen que los chicos se comporten de manera diferente. Su corta edad puede impedirles identificar o superar situaciones que los incomodan.

Interrupciones, excepciones, cambios, etc.

Tratamos aquí de prever lo aparentemente imprevisible. Nuestro plan inteligente necesita incluir la posibilidad de cambios sin ser alterado en su esencia ni efectividad.

Más imprevistos pedagógicos

Es seguro que durante las clases aparecerán situaciones no previstas. Por eso necesitamos estar preparados para rearmarlas, para introducir algo nuevo, distinto, cambiar una actividad a tiempo o crear una solución. Esto puede hacerse si se tiene experiencia, sólidos conocimientos musicales y se actúa con calma. Teniendo en la memoria algunas canciones y juegos extra, aparte del repertorio habitual, más algo de creatividad, puede salvarse casi cualquier situación.

¡Cuánto que saben estos pequeños!

A veces podemos confundirnos con los grupos. En ocasiones preguntamos al conjunto si conocen alguna canción. La respuesta siempre es “sííí”. Sabemos que si pidiéramos que la cantaran habría un silencio sólo interrumpido por alguna risa y algún “no me acuerdo”. Además podemos confundirnos si queremos evaluar al grupo haciendo preguntas y recibiendo respuestas de un solo individuo o de unos pocos (que generalmente son siempre los mismos).

Proyectos y tiempo extra

En ocasiones se presenta la posibilidad o la directiva de presentar “proyectos”. Estas actividades especiales, centradas en algún tipo de temática particular, pueden implementarse en las mismas horas de clase o, como suele ocurrir, en horas que sobran dentro del cargo docente. Esto permite profundizar o ampliar nuestra tarea. Algunos ejemplos de proyectos posibles son: [...]

Ámbito de la clase y elementos 

Es muy importante tener en cuenta el lugar en el que se desarrollan las actividades musicales. Algunos jardines de infantes no cuentan con aulas destinadas a las clases de música, por lo que las mismas deben darse en las mismas salas en las que los niños están todo el resto de su jornada. Otras instituciones poseen salones de usos múltiples que se deben compartir con educación física, por ejemplo. Lo mejor es tener un aula exclusiva para música, con sus elementos correspondientes. Pero en cualquier caso tales ámbitos deben cumplir ciertos requisitos:  Buenas condiciones de higiene, no debe haber elementos que distraigan a los alumnos, como ser estantes con objetos al alcance de los niños, ni colchonetas, armarios con elementos que no correspondan a la materia, etc.  Deben tener adecuadas condiciones acústicas. Debe evitarse la existencia de elementos peligrosos para los niños, salientes o bordes filosos, ventanas accesibles a los niños, etc.

La sala de 3 años

La sala con niños de 3 años de edad puede serdesconcertante para algunos profesores. Sin embargo todo es cuestión de conocer ciertos aspectos de esta edad y adoptar un sistema de trabajo que funcione. Debemos recordar que la evolución y los cambios que tienen los niños son muy grandes durante el desarrollo del año. Al comienzo del año encontraremos niños con diferentes actitudes hacia la novedad que produce en sus vidas el jardín de infantes. Algunos se sienten a gusto, otros tienen miedos, otros no quieren desprenderse de sus padres, otros se muestran sumamente tímidos, etc. A esto se suma que algunos hablan muy bien, con un léxico amplio y pronunciación clara, mientras otros apenas balbucean algunas palabras. Nuestra tarea en esta etapa será establecer comunicación y una relación de confianza con el grupo y cada uno de sus integrantes, habituándolos simultáneamente a nuestra forma de trabajo.

La sala de 4 años

Generalmente en esta sala suelo hacer un mayor trabajo rítmico que en las otras, porque las condiciones parecieran más adecuadas: precisión creciente de los movimientos musculares, una mayor cantidad y variedad de músicas escuchadas (sobre todo si es que ello se trabajó el año anterior) y cierta experiencia en el manejo de instrumentos de percusión. Esto no significa el descuido de otros aspectos, pero sí un énfasis en aspectos rítmicos.

La sala de 5 años

Es en esta edad en la que se pueden hacer maravillosas actividades con resultados muy significativos para los niños y altamente gratificantes, también para los maestros y padres. Pero esto dependerá del trabajo en los años anteriores. Entre los objetivos priorizados de esta sala podemos mencionar el que se refiere a la comprensión de la significación del texto.

Algunas sugerencias

He aquí algunas sugerencias para nuestro trabajo en conjunto con las maestras de sala y con la dirección del jardín. No siempre es posible lograr estos ideales, pero debemos intentarlo manteniendo una buena relación personal con nuestras compañeras de trabajo. [...]

CAPÍTULO 7

CANCIONES Y ACTIVIDADES

Presento aquí listas de la mayoría de las canciones y otras actividades que, con algunas variantes, he utilizado en los últimos años, cada rubro en el orden aproximado en el que las implemento por primera vez. Incluyo algunos comentarios y descripciones. La intención es que sirvan como ejemplos, pero no como una rutina metódica o programa a copiar. Siempre será necesaria una evaluación del grupo con el que se aplicará. Yo mismo, reitero, he utilizado variantes: en ocasiones he tenido que quitar canciones, así como agregarlas en otras. Con salas sin experiencia previa he utilizado repertorios que anteriormente había preparado para salas de niños más pequeños. Las actividades o canciones figuran como para una determinada edad, pero esto no significa que no puedan servir para otras. Simplemente las ubico en la lista de la sala en la que con mayor frecuencia la he utilizado.

CAPÍTULO 8

PLANILLAS Y PLANIFICACIONES

 Ejemplos de planillas de materiales

Presento aquí tres planillas que contienen todas las canciones y actividades a trabajar durante un año lectivo en cada sala. Cada quien debe confeccionar sus propios listados, sobre los que tal vez agregue datos u observaciones manuscritas. Servirán, además, como una rápida referencia visual.

Planificación y burocracia

No siempre coincide aquello que nosotros sabemos que tenemos que hacer en clase, la forma en que sabemos que tenemos que trabajar, con las exigencias planteadas por las autoridades educativas. Si bien la lógica de la educación musical puede estar de nuestra parte, sobre el particular no tenemos demasiado para hacer. No podemos modificar diseños curriculares que a veces son adecuados y otras veces no. No podemos cambiar ni convencer a todos los directivos escolares sobre nuestras convicciones educativas. Simplemente tenemos que presentar las planificaciones tal como nos las piden, tratando de expresar allí nuestra forma de trabajo pero de la forma en que es habitual en estos mecanismos. En este capítulo podrán observar ejemplos de planificaciones presentadas y aceptadas por las autoridades correspondientes. 

Bibliografía y experiencia

Suele solicitarse la cita de bibliografía que avale las planificaciones de unidades didácticas o proyectos. Esta costumbre de citar responde a ciertos patrones o modas que no tienen en cuenta y no valoran la experiencia profesional ni el hacer musical e ignoran tanto a la creatividad como a la necesaria atención hacia los emergentes. Contrariamente a lo que se supone desde algunos ámbitos académicos, existe abundante bibliografía sobre educación musical, aunque es cierto que no abarcan todos los temas posibles, lo cual indica que hay aún mucho por escribir y recopilar. Lamentablemente la soberbia sustentada en la descalificación y en un supuesto cientificismo descartan ciertas publicaciones y desconocen otras que circulan casi exclusivamente en foros en los que se reúnen profesores de música.

 

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